Gijón: Raphael o la eterna juventud de un artista
Algo ha de tener el ruiseñor de Linares para que tanto se le bendiga. Ayer lo volvió a demostrar en el primero de los dos conciertos que ofrece en el Teatro de la Laboral, completamente abarrotado. Raphael mantiene una frescura vital envidiable, puesta de manifiesto a lo largo de las, aproximadamente, dos horas y media de la velada gijonesa de anoche.
Traía en la garganta los temas de su último álbum, ‘Infinitos bailes’, y cantó, bailó y rejuveneció (e hizo que parte del público, que ya le recibió aplaudiendo puesto en pie, rejuveneciera, pues los espectadores abarcaban de las edades adolescentes a las que ya viajan de vuelta), como si tuviera el secreto que detiene el tiempo. Se podría decir que uno de los grandes hallazgos artísticos del cantante es el de reiventarse continuamente, al tiempo que, de modo paradójico, nunca deja de ser aquel, igual que en Eurovisión en 1966.
Las aclamaciones le rodearon desde la canción de apertura, que también da título al disco, ‘Infinitos bailes’, compuesta por Mikel Izal. Acompañado por siete músicos de extraordinaria competencia, la invitación musical quedaba inaugurada y la noche prometía: «Aquí, en Gijón, fueron mis primeros balbuceos musicales y aquí estamos, 55 años después, y lo que nos queda todavía». Ni qué decir tiene que la ovación fue tan larga como animados los coros que vendrían después. Ya desde ‘Mi gran noche’, su adaptación de la composición de Adamo, el público le acompañó.
Su público le ama. Y hasta le adora, según los clamorosos aplausos e interjecciones registrados. Se le vio feliz.
–El Comercio / Foto: Citoula
Raphael sigue siendo un escándalo
El incombustible cantante ofrece en Gijón un concierto de tres horas y 40 canciones
Había expectación por ver a Raphael en un teatro de La Laboral lleno hasta la bandera. Hubo ovaciones desde el primer minuto, pero fue cuando sonó «Mi gran noche», en el primer tercio del espectáculo, cuando los ánimos se desataron y el público empezó a corear.
Raphael continuó con algunas de sus canciones de siempre, como «Cuando tú no estas» o «Gracias a la vida». Y así, con mucha intensidad y emoción, se llegó al tramo final con tres exitazos que desbordaron la pasión del patio de butacas: «Escándalo» y «Yo soy aquel», para despedir su primer pase en Gijón con «Como yo te amo».
El paso de Raphael por Gijón en su gira «Loco por cantar», fue un espectáculo con un buen juego de luces y muchos músicos en el acompañamiento, con pantalla con proyecciones, y con el derroche de energía que acompaña al veterano artista allá por donde va.
Porque como reza el título de su gira, Raphael sigue estando «Loco por cantar», y el público, de todas las edades, tiene ganas de verle en acción. «En cada concierto no puedo obviar las joyas de la corona que tengo a lo largo de mi carrera y que el público quiere escuchar», señaló el artista en una entrevista en LA NUEVA ESPAÑA. Y dicho y hecho, porque de las cuarenta canciones que sonaron más de una veintena sobreviven con mucha fortaleza.
–La Nueva España / Fotos: Marcos León