60’s
Nace el artista
Con todas las dificultades lógicas de los comienzos, más aún al tratar de imponer mi manera de hacer totalmente nueva y diferente a lo que se veía en aquellos años, empecé la andadura de mi carrera en una década llena de carencias en lo que a mi profesión se refería.
Todo estaba por hacer, y sobre todo para mí. En una época en la que la gente bailaba entrelazada al ritmo de los cantantes del momento, parecía que no había un lugar para un mu muchacho con apenas dieciséis años que tenía la osadía de pretender que los públicos se sentaran para escucharle.
«¡Qué disparate!»- me decían una y mil veces los propios profesionales. Pero a mí todos esos comentarios no me hacían mella. Y en vez de echarme para atrás conseguían que la fe en mí mismo y en lo que hacía, y mi inmensa ilusión por hacer cosas y más cosas nuevas, me implusara a seguir adelante, con esa fuerza que te da la juventud y, sobre todo, el creer en lo que haces.
Mi gran cómplice ha sido siempre la gente, el público. Ellos han sido y siguen siendo el motor que me ha conducido a ganar las batallas que se me ponían por delante. ¡El apoyo popular! Años difíciles pero muy cortos en el tiempo, porque enseguida vi el camino que debía seguir. Y comenzaron las grandes oportunidades que se me presentaban, en el disco, en el cine, en la televisión y, sobre todas las cosas, en los conciertos, esos que al principio del principio me daban a entender que lo que yo pretendía era una utopía.
Los sesenta fueron verdaderamente apasionantes, en lo que a la realización de mis sueños se refería, claro.