La 'gran noche' de Raphael en Ibi

Acababan de dar las 9 de la noche del sábado cuando en el Teatro Río de Ibi se presentaba el gran Raphael con traje negro y corbata de lunares blancos ante los 700 espectadores que llenaron el recinto y agotaron todas las entradas hace más de un mes.

Como apuntaba al comienzo del concierto, cuando confesó sentirse muy a gusto, esta iba a ser «Mi gran noche». Cantaría con total libertad, con la madurez de tantos años y sin estar atado a ningún instrumento, sólo sobre el escenario junto a la complicidad de un piano. Poco tardaría el artista en quitarse la chaqueta y mostrarse cercano a un público en pie desde las primeras canciones, al que se dirigía continuamente para explicar las diferentes historias que rodean a sus canciones y la buena relación junto a unos de sus compositores preferidos, Manuel Alejandro.

El divo de Linares llegaba cargado de voz para presentar su gira «Lo mejor de mi vida» y repasar los temas que durante tantos años le han acompañado. No faltaron los clásicos como «Yo soy aquel» «Qué sabe nadie» o «En carne viva» entre otros muchos.

Sería muy difícil destacar sólo un momento porque eran constantes los fortísimos y largos aplausos que recibía, pero cabe mencionar como uno de los momentos más álgidos del concierto cuando llegó «Maravilloso corazón», que con el público en pie, gritando y aplaudiendo al compás del piano, Raphael dejó de cantar para que fueran sus fans quienes hiciesen de ese momento algo, como dice la canción, maravilloso.

Al subir por las dos escaleras semicirculares que rodeaban el piano, un gran Raphael pletórico de energía cantaba, bailaba y aplaudía a su público únicamente acompañado por un piano de cola, en ocasiones ‘a capela’, emocionando a los espectadores con una acústica inmejorable, digna de los mejores recintos.

Fueron más de dos horas y media las que derrochó su experiencia y su arte sobre el escenario mostrando mucha complicidad con todo el público y asegurándose lo mucho que su público le quiere.

-www.elmundo.es (Pedro Manuel Morcillo / Foto: Pedro Manuel Morcillo)