Raphael en la portada de la revista Ronda Iberia Magazine:

RAPHAEL. TODA UNA VIDA DE VOZ Y CARÁCTER

Tranquilo, seguro y a punto de cumplir los 70, Raphael sigue siendo aquel gracias a la energía que saca de su “motor nuevo”, como él mismo dice. Desque que triunfara en el Festival Internacional de la Canción de Benidorm de 1962, los premios, medallas, llaves de ciudades y demás honores recibidos contribuyen a forjar su leyenda. Su poderosa voz y us dramáticos gestos han abarrotado el Santiago Bernabéu y el Madison Square Garden.

Miguel Rafael Martos Sánchez, más conocido como Raphael, con “ph”, tiene algo en común con Michael Jackson, Queen, AC/DC y U2: un disco de uranio por superar los 50 millones de copias vendidas. Actualmente, las consignas del cantante, que representó a España en el Festival de Eurovisión de 1966 y 1967, son seguir aprendiendo y pasar tiempo con su gente. Y no descartar volver a la gran pantalla.
-Tras más de 50 años de profesión, sigue arrancando lágrimas y sonrisas a gente de toda condición, nacionalidad, edad y sexo con la interpretación de canciones tan icónicas como Yo soy aquél o Digan lo que digan….
-Me emociona mucho ver a la gente reaccionar así. Hay un momento al salir al escenario cuando paso de la oscuridad hacia la luz y el público me recibe, ese minuto es algo maravilloso. Canto casi todos los días, soy un enamorado de mi profesión.
-¿Su voz sigue siendo aquella?
-Yo diría que la he mejorado. A estas alturas sigo aprendiendo todos los días. No me veo en Benidorm mirando al cielo. Con mi profesión no hace falta que me jubile, me jubilará el público.
-¿Qué le queda por aprender a Raphael?
-Quiero llegar a ser un buen artista (como si no estuviese confirmado), saber usar todos mis recursos, llenar cada momento de la puesta en escena, que el público jamás sienta que le caigo pesado y mantener la atención.
-Se ha atrevido a cantar en italiano, francés, inglés, portugués, alemán y hasta japonés…
-El alemán lo conseguí bastante bien y el japonés lo leía fonéticamente, pero un día decidí que eso no rea bueno para mí, porque yo soy un cantante tremendamente español y andaluz (nació en Linares, donde le han dedicado un museo).
-¿Es consciente de haber abierto puertas a la internacionalización de músicos españoles?
-Afirmar eso sería muy pretencioso. Empecé a viajar no solo a América, también a Rusia, Australia y Japón. Era un cantante moderno que no vendía la España folclórica. He abierto puertas, pero los demás tienen que abrirse las suyas.
-¿Ha sido alguna vez políticamente incorrecto?
-Yo siempre he sido correcto, me he limitado a vivir la España que me ha tocado.
-Con nueve años ganó el premio a la mejor voz infantil de Europa del Festival de Salzburgo ¿Cómo vivió su infancia de niño prodigio de la canción?
-No me considero tal y aquello fue para mi una excursión en autobús. La escolanía del padre Esteban (del colegio de capuchinos de Cuatro Caminos, donde cantaba y estudiaba Raphael) ganó el tercer premio y yo, el primero, como solista. Aunque era mal estudiante, en el coro era imprescindible.
-¿Cuál fue su pasaporte a la fama?
-El día que di mi primer concierto en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Hasta entonces los cantantes se llamaban crooners y cantaban para que la gente bailara en pareja. Yo rompí con eso, daba conciertos en teatros y la gente tenía que estar sentada.
-¿Tiene algún ritual previo a sus conciertos?
-No hablo durante tres hora antes.
-No puede negar que tiene gestos muy suyos…
-Son pura intuición, salen en el momento o no salen nunca, no soy artista de espejo (aunque cuida bastante el aspecto)
-¿Cuales son su referentes profesionales?
-Aunque siempre he procurado no estar influido, me entusiasma Elvis, los Beatles, Shirley Bassey, Tom Jomes, Edith Piaf, que es lo más de lo más, Gardel de otra forma, Sinatra y Tony Benett.
-Ha formado duetos con artistas muy dispares, como Tom Jones, María Dolores Pradera, Enrique Bunbury, Alaska, Montserrat Caballé…
-Todos son amigos míos, he disfrutado mucho haciéndolo.
-¿Cómo valora su paso por el cine y el teatro?
-En teatro me estrené con Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de lo mejor que he hecho en mi vida. En cine hice unas películas muy dignas que fueron muy taquilleras y equivalían a millones de afiches publicitarios esparcidos por el mundo. Ese cine pasó, pero no descarto volver a hacer cine de otra clase, a largo plazo. Álex de la Iglesia me preguntó una vez “ ¿hablamos de fechas?” Y le contesté: “No, hablemos de guiones”.
-Supongo que solo aceptaría el papel protagonista…
-Siempre he sido el protagonista pero no tiene por qué. Yo lo que quiero es un buen papel.
-¿Cómo mantenía el contacto con su joven familia cuando se embarcaba en esas largas giras?
-Viajaban mucho conmigo. Tuvimos casa en México, yo volvía cada 5 o 10 días. Después nos trasladamos a Miami (Estados Unidos). Cuando ya no se les podía andar cambiando de colegio nos centramos en Madrid. Todo ha ido muy bien gracias a la mujer que tengo (Natalia Figueroa, periodista y escritora de familia aristócrata). El gran placer de mi vida es pasar tiempo con mi “piña”, en mi casa, haciendo lo que toque.
-¿Cómo llevan sus hijos ser hijos de Raphael?
-Lo han llevado muy inteligentemente. Manuel se dedica a la música, Jacobo es director de series de televisión y Alejandra es restauradora del Thyssen. Todos son, en cierto modo, artistas.
-¿Cómo ha cambiado su actitud vital después del trasplante de hígado de 2003?
-Veo de otra manera la vida, con una tranquilidad y una seguridad tremendas. Estoy agradecido por todo lo bueno que me ha pasado. Vuelves a nacer y además mejor que estabas. Toda la energía que tengo la saco de mi motor nuevo. Juego con ventaja en este sentido, con mi edad tengo la fuerza de un chico joven.
-Parece que es aficionado a la pintura…
-Cuando es el santo de un amigo en lugar de una corbata le regalo un cuadro y le fastidio porque tiene que colgarlo. Pinto impresiones, colores, temas abstractos, pero bastante decorativos.
-¿Cómo se lleva con las nuevas tecnologías? (El WhatsApp no deja de pitar en su móvil).
-Bien. Las tecnologías hay que usarlas sin que te usen a ti. No puedes estar todo el día con el Twitter y con el chat.
-¿Cuál de sus temas sería el más apropiado para la actual situación de crisis?
Escándalo (ríe).