Raphael ofreció una noche inolvidable en Perú
El cantante español rememoró sus éxitos en un concierto que quedará en el recuerdo de los peruanos.
Como ya es costumbre cada vez que llega a nuestro país, el cantante español Raphael hizo vibrar con sus inolvidables canciones a miles de personas que se reunieron anoche en el recital que ofreció en el Jockey Club del Perú
Al promediar las 20:30 horas, el ‘Niño de Linares’ salió al escenario con su característico traje negro y fue ovacionado por sus incondicionales admiradoras.Acompañado por un pianista, Raphael inició su espectáculo con el tema A veces me pregunto, para luego continuar con sus éxitos Mi gran noche y Yo sigo siendo aquel.
“Yo sigo siendo aquel, el mismo, el Raphael de siempre”, dijo el cantante ante la algarabía del público.
“Estoy encantado de estar de nuevo en Lima”, expresó luego antes de entonar Digan lo que digan.
Contagiado por la alegría del respetable, el artista deleitó con un popurrí de “canciones inocentes de los años 60”, según dijo.
Los hombres lloran también, Ella ya me olvidó, Enfadado,Cuatro estrellas, Eso que llaman amor, Cuando tú no estás y Maravilloso corazón fueron otros temas que emocionaron al público que, inclusive, lo aplaudió de pie.
La velada continuó con Que sabe nadie, Yo soy aquel,Como yo te amo y Escándalo, entre otros éxitos.
-peru21.pe (Foto: Alberto Orbegoso)
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Concierto de Raphael fue la gran noche que los limeños esperaban
¿Qué pasará, qué misterio habrá, puede ser mi gran noche? dice la letra de uno de los temas más conocidos de Raphael, y la respuesta es más que satisfactoria: una gran noche llena de emociones, con temas nuevos que prometen y, por supuesto, de los grandes clásicos de toda la vida.
Muy temprano, 8:30 de la noche, el divo español apareció frente a los miles de fanáticos que se dieron cita en la explanada del Jockey Club del Perú, la conexión fue inmediata, y es que el carisma de Raphael, su gran sonrisa y las ganas de cantar parecian brotar de su cuerpo.
Fue el momento para una promesa: la primera canción de la noche: «A veces me pregunto», la ovación fue total, y es que su figura parecía acaparar todo el escenario: sólo él, un piano y su voz, tres elementos que le dieron cercanía e intimidad a la jornada.
Con mucho oficio Raphael se hizo uno con el piano, el segundo tema del concierto: «Mi gran noche», terminó por levantar de sus asientos a los asistentes, un público que no dejó que el frío del otoño congelara sus corazones.
El español recordó y agradeció la fructífera y antigua relación musical que mantuvo con el compositor Manuel Alejandro, su «compositor fetiche» como lo llama. Muestra de ello son: «Yo soy aquel» y «Digan lo que digan».
«Tu, cupido», «Casi, casi» y «Todas las chicas me gustan» también tuvieron espacio en la presentación ya que son parte de los inicios en la carrera musical de Raphael.
Otros temas igual de importantes: Los hombres lloran también, Ella ya me olvidó de Leonardo Favio, Inmensidad y Ahora.
Pero bajo la manga del cantante habían canciones nuevas, las del último cd «El reencuentro» grabado junto a Manuel Alejandro, muy recomendables: «Cuatro estrellas» y «Eso que llaman amor».
El reconocimiento de su público se dejaba sentir en frases de aliento como «Bravo» o «Raphael, Raphael». De vuelta al 2012: el piano inició la canción «Un sueño». Cantante y fanáticos cantaron y llevaron el ritmo en «Maravilloso corazón», un momento inolvidable.
Muchos más momentos de romanticismo con «Somos» y «Adoro», también de desamor con «Payaso». El tango tuvo su lugar con: «Nostálgias» y «Volver», para esta última canción, entrañable fue poder presenciar el canto de Raphael en vivo junto a una vieja grabación de Carlos Gardel.
Luego llegó el turno del Perú, subió al escenario el destacado guitarrista criollo Julián Jiménez «Mano de oro», y junto al divo español interpretaron: «Chabuca limeña» y una espectacular versión de «Cuando llora mi guitarra», para el aplauso.
Otra vez los temas nuevos «Confidencias» y la reinvindicativa «El mundo será de ellas», aplausos y una pequeña pausa, luego otro gran momento: «Estar enamorado»,cantado a dúo con la multitud, «Para volver a volver», «Un día más» y la desgarradora«En carne viva».
Raphael volvió a desaparecer pero regresó muy animado con «Escándalo», «Ámame», «Que sabe nadie», y cerró su memorable show con «Balada triste de trompeta».
En total cuarenta canciones y casi tres horas de emociones. Quizá sólo un reclamo: extrañamos «Como yo te amo». Muchas Gracias divo!, dijiste que volverás el próximo año a Lima y provincias. Que así sea.
-www.rpp.com.pe (Galo Castillo)
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Raphael, el Ruiseñor de Linares, alza vuelo en Lima
El español ofreció su esperado concierto en el Jockey Club. Cantó junto a Gardel, homenajeó a Chabuca y prometió volver para cantar por todo el Perú.
El canto del Ruiseñor está más vivo que nunca. Con 69 años, menuda estatura pero la potencia de una voz privilegiada, el español Raphael brindó una emotiva velada en el Jockey Club del Perú, frente a 8 mil personas que corearon – aunque no cantaron, como él mismo lo dijo – inmortales temas de la música hispana.
Bastante temprano: 8:30 de la noche, el intérprete ibérico hizo su aparición. Por que no quería hacer esperar a su público y porque la noche prometía ser larga. “A veces me pregunto” marcó al pauta de lo que sería una gala íntima entre Raphael, un pianista, el escenario cubierto de pétalos de rosas y su público.
Por cerca de tres horas, el Divo de Linares recorrió sus grandes clásicos, y celebrando a su “compositor fetiche” Manuel Alejandro. Para destacar, grandes canciones como “Mi gran noche”, “Digan lo que digan”, “Maravilloso corazón”, “Payaso”, entre otras.
El público soportó el inclemente frío otoñal que helaba la espina dorsal, pero con el mismo efecto de una cálida chimenea, Raphael calentó el alma de sus admiradoras quienes se entregaron a los gritos, aplausos, cantos y le arrojaban rosas al escenario.
A DÚO CON GARDEL
La velada trajo grandes momentos, quizás uno para recordar fue cuando el cantante prendió una vieja radio que tenía en el escenario. “Les quiero presentar a mi radio de los años 30. en ella se pueden escuchar cosas maravillosas”, dijo el Ruiseñor mientras la voz del inconfundibleCarlos Gardel interpretaba las primeras líneas de “Volver”, canción que fue cantada por el mismo Raphael junto a la grabación del Maestro del Tango.
Bien es sabida la admiración del español por nuestra cantante de bandera Chabuca Granda, y no pudo ser mejor homenajeada que en los dedos del “Manos de Oro” Julián Jimenez, quien subió al escenario para darle a la guitarra de forma magistral mientras el cantante interpretaba “Chabuca Limeña” y “Cuando llora mi guitarra”.
DE GIRA POR EL PERÚ
Cómo dijo en su conferencia de prensa, Raphael expresó su deseo de cantar en todos los rincones de nuestro país. Ese mismo deseo, lo hizo expreso durante su show. Primero, bromeó con los asistentes antes de interpretar “Estar enamorado”, diciéndoles que no se sabían sus canciones. Hizo la prueba, dejó cantar al público y no podían mantener la letra completa.
“Hagamos algo. Ustedes se aprenden lo que puedan, yo me aprenderé lo que pueda y el año que venga de gira por todo el Perú la cantamos todos”, sentenció entre risas para completar la canción.
La noche terminó con aquella canción que lanzara a la fama a la fallecida Estela Raval, y cuya muerte recién fue anunciada al músico en su conferencia de prensa en nuestro país. Para la legendaria voz de los Cinco Latinos, Raphael vibró con el sentimentalismo de “Balada Triste de Trompeta”.
Por tres horas, el menudo cantante dejó el alma en su escenario. Con sus falsetes y pasitos característicos, transmitió toda la personalidad del divo que es, en escena. Sin duda, los miles de presentes aguardarán ansiosos hasta que el Divo de Linares regrese y le grite a Lima que la ama con la fuerza de los mares, el ímpetu del viento, en la distancia, en el tiempo, con su alma y con su carne. Hasta ese entonces, el canto otoñar del Ruiseñor, seguirá vibrando en nuestros corazones.
-peru.com (Robinson Reyna)