Raphael enamoró por enésima vez en dos horas y media de emociones

Un lleno absoluto, una voz tan profunda como el primer día, un exquisito piano y una madurez sobre las tablas sólo al alcance de unos pocos elegidos. Dos horas y media de emociones.

Emociones de toda la vida recreadas desde la voz de Raphael para tres generaciones cuando menos. Así fue el concierto de Raphael, el intérprte que ha sobrepasado a ni se sabe cuantas corrientes musicales sin perder un ápice de su talento, sin poner en duda nada que tenga que ver con su carisma. Superlativo en las formas y en el fondo, pluscuamperfecto en sí mismo, este joven veterano parece necesitar una gramática a su altura cuando el patio de butacas le dedica los adjetivos más cariñosos.

Con las notas del piano de Juan Pietranera que abrieron la velada, el Auditorio de Roquetas guardó silencio, como conteniendo la respiración hasta que apareció él, con su inconfundible aire de naturalidad indestructible, con esa sinceridad tan suya. Luego vinieron los aplausos en los momentos más intensos, siempre respetuosos con el cantante y también las ovaciones al final de cada tema con todo el público en pie. Todo perfectamente encajado en su sitio: sus palabras de agradecimiento, sus explicaciones, sus bromas bienintencionadas.

Raphael regaló dos horas y media de concierto sin permitirse bajar un peldaño del lugar que ocupa, sólo con su voz y un maravilloso piano que desgranó los arreglos más bellos de sus canciones de siempre y de las nuevas firmadas por Manuel Alejandro con toda autoridad. Canciones que proponen una clara inmersión en la actualidad y que hablan de mujeres trabajadoras y de amores difíciles. Músicas y letras que se suman al patrimonio emocional compartido por sus miles de admiradores:  recuerdos de idilios juveniles, dulce nostalgia de aquellas primeras veces, imágenes imborrables de los discos más queridos. Cerca de cuarenta temas a cual de ellos más suyo, desde su primer Tú Cupido hasta el arrebatador Qué sabe nadie. Desde La noche, hasta esos boleros que parecen haber sido creados para él.

Increíble

Lo que parece increíble es que después de más de medio siglo de profesión, Raphael sea capaz de salir al escenario acompañado sólo de un piano, sin artificios ni rellenos sonoros. Sin dejar de cantar en nunca, sin prolongados interludios a mitad de los temas para retomar el aliento. Su madurez  sólo ha influido en un creciente dominio del escenario, que Raphael  llenó con la autenticidad de sus interpretaciones y con una elegancia sólo al alcance de unos cuantos elegidos.

Le bastó una radio antigua para dedicar un bello homenaje a Gardel, en la que mezcló su voz con la del mítico cantante en Volver. Una silla con un atril le sirvió para escenificar el repaso de su vida que es este concierto.

Cuando acabó el repertorio, volvió al borde del escenario para cantar  El tamborilero a capela y sin micrófono, dedicado a todo el público como una especie de felicitación navideña adelantada: Raphael siempre supo hacer felices a quienes le quieren.

-www.lavozdealmeria.es (Jacinto Castillo)

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Un millar de personas disfrutaron más de dos horas de Raphael con sus grandes canciones

El público vibró con la portentosa voz del cantante de linares.

Casi tres horas de concierto ofreció Raphael el pasado domingo en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar. Fue una actuación muy intensa, con 39 canciones, donde el artista de Linares dejó patente ante el público porque está considerado uno de los más grandes artistas del país. El cantante hizo un extenso repaso a sus temas más conocidos y a otros que ha recuperado en su último trabajo discográfico ‘El Reencuentro’ donde vuelve a trabajar con su compositor fetiche, Manuel Alejandro.

Precisamente fueron sus temas de siempre, aquellos con los que ya arrasaba hace 40 años, los que levantaron al público de sus asientos. Consciente de ello, Raphael prefirió así cantar algunos de sus nuevos temas, basando sus casi tres horas de concierto en sus grandes éxitos. No faltaron canciones como ‘Yo soy aquel’, ‘Digan lo que digan’ o ‘Qué sabe nadie’. Hubo otros temas que el público cantó en pie como ‘Escandalo’. E incluso se atrevió a cantar a dúo aprovechando la vieja radio con Carlos Gardel el inolvidable tango ‘Volver’.

El inicio del concierto de Raphael acompañado por el pianista Juan Pietranera fue a lo grande. Comenzó con temas tan conocidos como ‘Mi gran noche’, ‘Yo sigo siendo aquel’, ‘La Noche’ y ‘Digan lo que digan’. “Estoy encantado de regresar a Roquetas donde he estrenado en los últimos años muchos de mis espectáculos. Es un placer poder cantar para ustedes. Gracias por estar aquí y ojalá tanto para mi como para ustedes sea nuestra gran noche”, dijo el artista.

En una nueva noche mágica con Raphael, volvió a sacar cuatro temas del reencuentro, como fueron ‘Enfadados’, ‘Cuatro estrellas’, ‘Eso que llaman amor’ y ‘Sexo sentido’. El escenario era austero, centrado en un piano de cola, custodiados sus laterales por sendas escalinatas que llevaban a una plataforma al fondo, y una pantalla de vídeo acompañando con proyecciones a Raphael. El artista recordó a Bisbal en su concierto de Roquetas. “Hoy me ha puesto un mensaje nuestro querido David y me ha dicho que me acordara esta noche de él, me dice que os quiere mucho. Le deseo lo mejor”.

-www.noticiasdealmeria.com